DIPLOMADO DE AEROMEDICINA Y
TRANSPORTE DE CUIDADOS CRÍTICOS.
GENERACIÓN V.
GARCÍA PULIDO JUAN MANUEL.
ENERO DE 2019
MANEJO DE LA VIA AEREA.
RICARDO RANGEL CHÁVEZ.
COORDINADOR ACADÉMICO DEL CURSO
COORDINADOR ACADÉMICO DEL CURSO
INTRODUCCIÓN
El
manejo de la vía aérea, entendido como la realización de maniobras y la
utilización de dispositivos que permiten una ventilación adecuada y segura a
pacientes que lo necesitan, es uno de los desafíos más importantes al que puede
verse enfrentado un médico en su práctica clínica. El resultado final dependerá
de las características del paciente en particular, la disponibilidad de
equipos, y la destreza y habilidades del operador, pudiendo determinar
morbilidad y mortalidad.
ANATOMÍA DE LA
VÍA AÉREA
Para
poder realizar un manejo adecuado de la vía aérea, debemos conocer algunas
nociones básicas de la anatomía de ella. En la Figura es posible identificar
las principales estructuras que la conforman.
El
camino que recorre el aire desde el medio ambiente para llegar a los pulmones
habitualmente es: cavidad nasal (ocasionalmente cavidad oral), nasofaringe,
orofaringe, laringe, (pasando a través de las cuerdas vocales) y tráquea.
Consideraciones
anatómicas relevantes para el manejo de la vía aérea:
1.
El plexo de Kiesselbach, es un área muy vascularizada que se encuentra en la
región anteromedial del septum nasal. Recibe irrigación de las arterias
etmoidales anteriores y posteriores, arteria esfenopalatina, arteria palatina y
labial superior. Es el lugar más frecuente de origen de las epistaxis, por lo
que debe tenerse en cuenta ante la necesidad de colocar cánulas nasales o
intubación nasotraqueal.
2.
Los cóndilos de la mandíbula articulan con la articulación témporomandibular
dando cuenta de los primeros 30º de apertura bucal. Más allá de ellos, los
cóndilos se subluxan hacia anterior, bajo el arco zigomático logrando una mayor
apertura. La maniobra de protrusión mandibular utilizada para desplazar la
lengua hacia anterior y despejar la vía aérea requiere de la subluxación de los
cóndilos mandibulares. Importante durante la ventilación con mascarilla facial
e intubación. Si esto no se logra, se tendrán problemas para la ventilación e
intubación del paciente.
3. A
nivel de la faringe, la permeabilidad de ésta es mantenida por el tono muscular
de los músculos faríngeos. Si se utilizan agentes sedantes o hipnóticos, éstos
disminuirán el tono muscular favoreciendo la obstrucción de la vía aérea.
4. A
nivel de la laringe existe el pliegue medio glosoepiglótico que une la base de
la lengua con la epiglotis. La presión realizada sobre este pliegue cuando se utiliza
una hoja de laringoscopio curva levanta la epiglotis y expone la glotis dando
una visión adecuada para la intubación traqueal.
5.
Los cartílagos aritenoides, responsables del movimiento de las cuerdas vocales,
pueden ser dañados con la inserción de un tubo endotraqueal muy grande, ya sea
directamente o por isquemia, produciendo una lesión laríngea permanente.
6.
La membrana cricotiroidea mide aproximadamente 2 cm de ancho y un cm de alto.
Está ubicada entre el cartílago tiroides y cricoides y es un hito anatómico muy
importante, ya que las técnicas avanzadas de manejo de vía aérea lo utilizan
como punto de entrada para la inserción de dispositivos quirúrgicos o
percutáneos de ventilación. Es importante destacar que se recomienda puncionar
en la mitad inferior de la membrana para evitar la lesión de la arteria
cricotiroidea, rama de la laríngea superior y que está presente en
aproximadamente un 60% de los pacientes en la mitad superior de la membrana
cricotiroidea.
El
manejo de la vía aérea en personas que requieren asistencia ventilatoria, ya
sea por causas accidentales, traumáticas, patológicas o en pacientes sometidos
a anestesia general o sedación, puede ir desde la instalación de una simple
mascarilla facial, mascarilla laríngea, intubación endotraqueal, hasta la
cricotirotomía o traqueostomía. Existen distintas alternativas para proteger y
mantener permeable la vía aérea. La elección del método a utilizar, dependerá
de factores dependientes del paciente, de la disponibilidad de elementos para
ello y de la situación clínica particular.
Las
técnicas más simples para el manejo de la vía aérea incluyen:
·
Ventilación
con mascarilla facial (con o sin cánula orofaríngea).
·
Mascarilla
laríngea clásica o tubo laríngeo.
·
Intubación
endotraqueal vía oral.
Dentro
de las técnicas más avanzadas podemos mencionar la utilización de:
·
Mascarilla
laríngea de intubación (Fastrach).
·
Videolaringoscopio.
·
Fibroscopio
Bonfils.
·
Fibrobroncoscopio.
·
Cricotirotomía
o traqueostomía.
·
Ventilación
jet translaríngea.
·
Intubación
retrógrada.
El
objetivo principal de todas estas técnicas es lograr ventilar al paciente. Para
ello, lo más clásico y frecuente es disponer de un tubo localizado en el
interior de la tráquea: intubación endotraqueal, habitualmente instalado vía
oral. Como alternativa, existen otras vías a través de las cuales se puede
llegar a la tráquea. Estas son la nasal y la cricotirotomía o la traqueostomía.
EVALUACIÓN DE
LA VÍA AÉREA
La
evaluación de la vía aérea de un paciente se inicia con la observación de sus
rasgos anatómicos: forma y tamaño de la boca, nariz, mandíbula y cuello;
existencia de eventuales masas o alteraciones anatómicas que pudieran alterar
el flujo normal de aire desde el exterior a los pulmones. Dentro de los
factores asociados a problemas en el manejo de la vía aérea (ventilación),
podemos mencionar:
1.
Dificultades
previas.
2.
Obesidad.
3.
Limitación
apertura bucal, menor de 3,5 cms.
4.
Lengua
grande.
5.
Micrognatia.
6.
Protrusión
incisivos superiores.
7.
Mallampati
3 o 4.
8.
Cuello
corto y grueso.
9.
Distancia
tiromentoniana menor de 6,5 cm. con la cabeza hiperextendida.
10. Distancia esternomentoniana menor de 12,5 cms.
con la cabeza hiperextendida.
La
clasificación de Mallampati se basa en la cantidad de estructuras que se logra
visualizar en la cavidad oral, con el paciente frente al observador, con la
boca abierta y la lengua protruida al máximo. Se cataloga de I a IV, según se
logre ver pilares y úvula completa, clase I; hasta clase IV, en que no se logra
visualizar la base de la úvula
DEFINICIONES
·
Ventilación
difícil: Incapacidad de mantener saturación de oxígeno mayor a 90% o de
revertir signos ventilación inadecuada, con mascarilla a presión positiva y
oxígeno al 100%.
·
Laringoscopía
difícil: Imposibilidad de visualizar cuerdas vocales con laringoscopía
convencional.
·
Intubación
endotraqueal difícil: Inserción tubo endotraqueal requiere más de 3 intentos o
más de 10 minutos.
·
Vía
aérea difícil: Situación clínica en la cual un anestesiólogo entrenado
convencionalmente, experimenta dificultad en la ventilación con mascarilla
facial, en la intubación endotraqueal o ambas. Interactúan factores del
paciente, ambiente clínico y habilidades del operador.
TÉCNICAS
BÁSICAS PARA EL MANEJO DE LA VÍA AÉREA
Ventilación
con mascarilla facial
Dentro
de los predictores de dificultad de ventilación con mascarilla facial podemos
mencionar:
•Índicedemasacorporalde30kg/m2 o más.
•Presenciadebarba.
•MallampatiIIIóIV.
•Edadde57añosomás.
•Historiaderonquido.
•Protrusióndelamandíbulalimitada
Esta
técnica se utiliza en pacientes despiertos o inconscientes que son incapaces
por si mismos de mantener una adecuada oxigenación. Es necesario contar con una
mascarilla adecuada que permita incluir en ella la nariz y la boca. Son
mascarillas transparentes que constan de una conexión universal de 15 mm para
la bolsa de ventilación, un cuerpo rígido y un colchón o collar inflable
circunferencial que distribuye en forma adecuada la presión que se ejercerá
sobre la cara para sellarla y evitar la fuga de aire. Se coloca desde el puente
nasal hacia la boca cubriéndola, apoyando la región distal de ella sobre la
cresta alveolar dental. No se necesita incluir el mentón. Si la máscara es muy
grande se corre el riesgo de apoyarse sobre los globos oculares pudiendo
producir una respuesta vagal intensa e isquemia de la retina. La mano no
dominante se utiliza para fijar la máscara en la cara del paciente y la
dominante se ocupará de la ventilación con la bolsa. Los dedos pulgar e índice
se colocan sobre ella sellando la máscara realizando la presión necesaria sobre
la cara que evite la pérdida de aire y los dedos medio, anular y meñique se
utilizan para desplazar la lengua mediante la maniobra de subluxación
mandibular. Si no se consigue la ventilación se sugiere el uso de una cánula
orofaríngea para permeabilizar la vía aérea. Si el paciente ventila de manera
espontánea se debe apoyar la ventilación con volúmenes no mayores a los 500 ml
y presiones de vía aérea no mayores a las de esfínter esofágico inferior (25 cm
H2O) para no insuflar aire en estómago.
Intubación
Endotraqueal Esta técnica es considerada el gold standard para asegurar una vía
aérea permeable. Una de las primeras series publicadas sobre intubación
orotraqueal fue realizada por el pediatra francés Eugène Bouchut y consistió en
siete casos de niños con difteria que fueron sometidos a este procedimientos
para atravesar la membrana que obstaculizaba mortalmente su respiración (10).
Desde entonces hasta ahora, los avances han permitido que la intubación
orotraqueal sea uno de los procedimientos de uso habitual más utilizados. Antes
de la realización del procedimiento es necesario tener claros algunos
conceptos. La laringoscopía busca una visión directa de la laringe y para poder
lograr esto se requiere alinear la vía aérea superior. Para esto se describen
tres ejes que deben alinearse: el eje oral, el faríngeo y el laríngeo. Para
alinear el eje faríngeo con el laríngeo, es necesario colocar a nivel del
occipucio una almohada o cojín de 10 centímetros de espesor que logre levantar
la cabeza y llevarla a la posición de olfateo. Para alinear el eje oral con los
otros dos ya alineados se debe realizar una hiperextensión de cuello en forma
delicada pero firme. De esta manera la exposición de la glotis para la intubación
será la mejor y nos permitirá realizar la intubación (Figura 8). Luego se debe
introducir el laringoscopio por la comisura bucal por el lado derecho y
avanzarlo hasta el surco glosoepiglótico, desplazar la lengua hacia la
izquierda y traccionar el laringoscopio hacia ventral, logrando de este modo la
elevación de la epiglotis y la exposición de las cuerdas vocales (Figura 9).
Sin dejar de traccionar se inserta el tubo mirando en todo momento su extremo
distal hasta verlo atravesar las cuerdas con el bisel paralelo a ellas. El
laringoscopio se debe manipular con la mano izquierda e introducir el tubo con
la mano derecha. Esta técnica requiere de práctica frecuente para lograr un
manejo adecuado de los instrumentos utilizados. El tubo endotraqueal provee la
mejor protección contra la aspiración de sustancias extrañas cuando se
introduce un tubo con cuff.
Mascarilla Laríngea
La mascarilla
laríngea surgió de la investigación para lograr un dispositivo más confortable
y menos invasivo que la mascarilla facial y el tubo endotraqueal
respectivamente, en la mantención de la vía aérea. Fue desarrollada por el Dr.
Archie Brain y actualmente forma parte de los dispositivos de rescate en el
algoritmo de la ASA para el manejo de la intubación difícil. Para su
introducción se guía con el dedo índice de la mano dominante hacia la
hipofaringe, siguiendo la curvatura del paladar. Se impulsa hasta que se sienta
resistencia, procediendo a inflar el cuff con un volumen de aire que está determinado
para cada número de mascarilla. En esta posición, debido al diseño de este
dispositivo, su apertura distal generalmente queda enfrentando a la glotis, lo
que permite una ventilación adecuada del paciente. Esto se corrobora observando
los movimientos torácicos con la ventilación y la salida de CO2 en la
espiración (capnografía). La elección del tamaño de la mascarilla laríngea,
depende del peso del paciente. Recordar que no sella la vía aérea y por lo
tanto puede haber aspiración de contenido gástrico.
TÉCNICAS AVANZADAS PARA EL
MANEJO DE LA VÍA AÉREA
Se
refieren a aquellas técnicas que son de manejo del anestesiólogo. Son más
complejas en cuanto a su aplicación y requieren de elementos y dispositivos que
no se encuentran generalmente fuera del ámbito de pabellón.
Fastrach o Mascarilla
laríngea de intubación
Es
un tipo especial de mascarilla laríngea que está diseñada con el fin de lograr
la intubación a través de ella. Conserva las características generales de la
máscara laríngea clásica, pero tiene un tubo rígido a través del cual se puede
insertar un tubo de silicona anillado y con cuff que permite asegurar la vía
aérea del paciente. Una vez instalada frente a la glotis y conseguida la
ventilación del paciente se introduce el tubo endotraqueal. Luego se retira la
máscara manteniendo el tubo en posición, con un estilete diseñado especialmente
para eso, de modo de que al sacar la máscara el tubo se mantenga en la tráquea.
La intubación se realiza a ciegas y se verifica la posición correcta del tubo
mediante la observación de los movimientos torácicos y la medición de CO2
espirado. Existe en versiones reusable y desechable.
Videolaringoscopios
Durante
la última década se han desarrollado laringoscopios que llevan en el extremo
distal de la hoja una cámara de video de alta resolución con el fin de
visualizar la glotis e introducir un tubo endotraqueal sin la necesidad de ver
directamente la glotis, sino a través de una pantalla de alta definición que
puede estar en el mango del dispositivo o al lado del paciente. Existen
diferentes marcas y modelos: Glidescope, C-Mac Storz, AWS Pentax, MacGrawth,
Airtraq, etc. (con hoja Macintosh, con hoja angulada o con canal para la
inserción del tubo), estando todos en estudio para evaluar su utilidad en el
manejo de la vía aérea normal y difícil (11, 12, 13, 14, 15). Requieren poco
entrenamiento para personas que intuban de la manera tradicional frecuentemente.
Sin embargo se han reportado complicaciones derivadas de su uso como lesión de
paladar blando. Faltan estudios para encontrar su lugar en el manejo de los
pacientes difíciles de intubar.
Fibroscopio Bonfils
El
Fibroscopio Bonfils es un fibroscopio rígido que fue concebido para la
intubación orotraqueal. Consiste en un estilete rígido con una inclinación de
40º en su extremo distal. El tubo endotraqueal se monta en el estilete,
quedando éste por dentro del tubo. En la punta del fibroscopio existe un
sistema de iluminación y una cámara de video de alta resolución. La inserción
del dispositivo se realiza por la boca, hacia el espacio retromolar. Viendo la
pantalla se gira hacia la laringe y se introduce a través de la glotis. Ha
demostrado sus ventajas en pacientes con apertura bucal disminuída y pacientes
que requieran inmovilización cervical. Sin embargo, entre sus desventajas
destacan la falta de un sistema de aspiración de secreciones y por su rigidez
se han descrito lesiones de la vía aérea y no se puede usar por vía nasal.
Faltan estudios para definir sus indicaciones precisas y su lugar en el manejo
de la vía aérea difícil.
Fibrobroncoscopio Flexible
Este dispositivo lleva varios
años utilizándose para el manejo de la vía aérea difícil, especialmente en
aquellos pacientes con antecedentes de dificultad de intubación. En la
actualidad es el método de elección para intubar pacientes en los que se realizará
una intubación vigil (es decir, con ventilación espontánea y con sus reflejos
de vía aérea presentes). Entre sus ventajas destaca que al ser flexible, se
puede intubar sin mover la cabeza o cuello del paciente, por su tamaño permite
intubar pacientes con limitación en su apertura bucal y realizar intubaciones
por vía nasal. Entre sus desventajas está su costo, requiere un operador
entrenado, necesita cuidados especiales para que el desgaste de sus fibras sea
el menor posible y requiere de una fuente de iluminación externa. Poseen un
canal de trabajo y aspiración para facilitar el procedimiento. No está indicado
en procedimientos de emergencia. Se utiliza también para intubación a través de
una máscara laríngea.
Cricotirotomía
La cricotirotomía consiste en
la realización de un orificio en la vía aérea a nivel de la membrana
cricotiroídea con el fin de lograr una manera de acceder a la vía aérea y
lograr la ventilación del paciente. Es un procedimiento de emergencia y está
indicado en todas aquellas situaciones que requieran control de la via aérea en
que no se pueda ventilar a un paciente con mascarilla, no se pueda intubar y no
se pueda obtener la oxigenación adecuada del paciente por otro medio de rescate
(ej. Máscara laríngea, Tubo laríngeo, fibrobroncoscopia, etc.). Existen dos
técnicas para su realización. Una es la quirúrgica en la que se realiza una
incisión a nivel de la membrana cricotiroidea con el fin de exponer el lumen de
la vía aérea e instalar ya sea un tubo o una cánula para lograr la ventilación.
La otra técnica es por punción. Existen diferentes set de punción cricotiroidea
que permiten la instalación, mediante la técnica de Seldinger o por punción
directa, de distintas cánulas que permitirán la ventilación de emergencia. No
es una técnica electiva, sino de emergencia que permite la ventilación hasta
que se asegure de otra forma la ventilación del paciente. Las contraindicaciones
de este procedimiento son relativas pero incluyen menores de 10 años (pero está
absolutamente contraindicada en menores de 5 años). En ellos se realiza
ventilación a alto flujo por punción cricotiroidea), tumores cervicales o
anatomía cervical distorsionada y coagulopatías.
Ventilación Jet Translaríngea
La
ventilación translaríngea es un procedimiento menos invasivo que la cricotirotomía,
con menor tasa de complicaciones, pero tiene el defecto que es solo de
salvataje ya que no nos establece una vía aérea duradera y segura, por lo
tanto, siempre es seguida de otro procedimiento, bien sea intubación
retrógrada, cricotirotomía, traqueostomía o cualquier otro método que nos
permita acceder a una vía aérea segura. Lo más rápido es insertar un catéter en
la membrana cricotiroídea y lograr la ventilación jet, estabilizar al paciente
y proceder con la vía aérea definitiva. Se realiza una punción con uno de los
trócares de los equipos disponibles en el mercado en la membrana cricotiroidea
en 45º hacia caudal y se conecta a una fuente de alto flujo de oxígeno. Tiene
el problema de la retención de CO2 del paciente. Sin embargo esto sepuedemanejarmanteniendounarelacióninspiración/expiraciónde 1:4 mientras se realiza el
aseguramiento de la vía aérea. Dentro de sus complicaciones destaca el
barotrauma y enfisema subcutáneo. Hay que recordar que es un procedimiento de
salvataje que debe ser realizado por personas entrenadas.
Intubación retrógrada
Se define como la inserción
de un tubo en la tráquea asistida por una guía que se introduce en la vía aérea
desde el exterior a nivel del área peri cricoídea, en dirección cefálica hacia
la cavidad oral o nasal, con el fin de dirigir la entrada del tubo endotraqueal
a la vía aérea y asegurar de este modo la ventilación del paciente Es una
técnica de asistencia a la intubación orotraqueal y que hasta antes de la
aparición del fibrobroncoscopio era muy utilizada para las intubaciones
vigiles. Actualmente se utiliza principalmente cuando no se dispone del
fibrobroncoscopio o cuando la utilidad de éste está limitada por la gran
cantidad de secreciones o sangre que no permite la visualización de la glotis.
En el mercado existen set de intubación retrógrada que traen todos los elementos
necesarios para su realización. A través de una guía que se inserta desde una
punción en la membrana cricotiroidea hacia cefálico y que se exterioriza por la
boca o por cavidades nasales, se introduce un tubo endotraqueal guiado en forma
ciega hasta la laringe y luego de retirar la guía, se continúa avanzando el
tubo hasta su posición final. Tiene riesgos asociados como sangramiento, lesión
laríngea, enfisema subcutáneo, infecciones e incluso intubación fallida. Sin
embargo se puede asociar al uso del fibrobroncoscopio como guía para asegurar
la posición del tubo disminuyendo las complicaciones. Debe ser realizada por
médicos entrenados en la técnica
BIBLIOGRAFIA.
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DR. RAMÓN COLOMA O., DR.
JUAN PABLO ÁLVAREZ A. (2011). MANEJO AVANZADO DE LA VÍA AÉREA. REVISTA MEDICA
CLINICA CONDESA, 22, 270-279.
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AMERICAN HEART ASSOCIATION.
·
AAOS. (2014). Programa
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Intersistemas.
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