GARCÍA PULIDO JUAN
MANUEL.
MARZO
DE 2019
DIPLOMADO
DE AEROMEDICINA Y TRANSPORTE DE CUIDADOS CRÍTICOS.
GENERACIÓN
V.
EMERGENCIAS
POR QUEMADURAS.
RICARDO
RANGEL CHÁVEZ.
COORDINADOR ACADÉMICO DEL CURSO
COORDINADOR ACADÉMICO DEL CURSO
QUEMADURAS.
Debido a que la piel es fácilmente accesible constituye uno de los mejores
indicadores del estado general de salud, su observación cuidadosa es importante
en la exploración física. Esta proporciona:
·
Protección del cuerpo frente a los efectos ambientales, como
erosiones, perdida de líquidos, radiación ultravioleta y microorganismos
invasores.
·
Contención de las estructuras corporales y de las sustancias
vitales, lo que previene la deshidratación, que puede ser grave en las lesiones
cutáneas extensas.
·
Regulación térmica, mediante la evaporación del sudor o
dilatación o constricción de los vasos sanguíneos superficiales.
·
Sensibilidad mediante los nervios superficiales y sus
terminaciones sensitivas.
·
Síntesis y almacenamiento de vitamina D.
La piel, el mayor órgano del cuerpo, se compone de la epidermis, o capa
superficial, y de la dermis, una capa de tejido conectivo más profunda.
La epidermis es un epitelio
queratinizado, es decir, con una capa superficial
córnea y fuerte que cubre y protege la
capa basal profunda, regenerativa y pigmentada.
La dermis es una densa capa de colágeno entrelazado y fibras elásticas. Estas fibras proporcionan tono a la piel y le
confieren su fortaleza y resistencia.
INTRODUCCIÓN.
Las quemaduras representan uno de
los accidentes más frecuentes, dolorosos, graves e incapacitantes que existen.
Este tipo de traumatismo, requiere, adecuada atención en casos leves, así como
rápido manejo inicial por personal capacitado, tratamiento intensivo y multidisciplinario
inmediato en casos moderados a severos.
La atención prehospitalaria de
pacientes quemados constituye, sin lugar a duda, uno de los escenarios más
demandantes. Para quienes prestan auxilio por un lado está el riesgo intrínseco
al que pueden estar expuestos, por el otro el impacto psicológico que ejerce
sobre ellos esta forma tan devastadora del trauma y el dolor extremo de los
pacientes quemados; finalmente la dificultad propia que representa la atención
de tan significativas lesiones.
GENERALIDADES:
Las quemaduras pueden ser de
origen térmico, químico, eléctrico o por radiación. La mayoría de las
quemaduras son de origen térmico y resultan comúnmente de flama, escaldadura o
contacto con substancias calientes. Los sitios más frecuentes en los que ocurren
quemaduras son industrias y en el hogar.
La atención de pacientes quemados
requiere de la intervención de un equipo médico multidisciplinario y
frecuentemente el dispendio significativo de recursos. Debido a que la mayoría
de los pacientes quemados son menores o población económicamente activa, éstas
lesiones pueden tener implicaciones socioeconómicas importantes.
A diferencia de las quemaduras
térmicas las quemaduras químicas son el resultado de la exposición a
substancias capaces de producir cambios en la piel con o sin producción de
calor, por lo cual la quemadura es originada por los cambios químicos que
ocurren dentro de la piel y no por calor. Las quemaduras por radiación son
menos comunes y ocurren cuando hay exposición a radiación productos
radioactivos ionizantes o no ionizantes.
La severidad de cualquier
quemadura está relacionada con el periodo de exposición a la fuente de la
quemadura, la intensidad de esta fuente y la resistencia de la piel. Los
pacientes en los extremos de la vida generalmente tienen una piel menos
resistente y resultan por ello con quemaduras más significativas.
Las complicaciones fisiológicas y
sistémicas asociadas a lesiones por quemadura son múltiples y dependen de la
severidad, incluyen pero no se limitan a:
·
Pérdida de líquidos e hipovolemia
·
Pérdida de electrolitos
·
Hipoxia
·
Acidosis
·
Hipotermia
·
Infección
·
Insuficiencia orgánica (renal, hepática,
cardiaca).
Tipo de quemaduras y su abordaje:
En el ámbito prehospitalario es
posible encontrar pacientes recientemente quemados o que inclusive están
sufriendo la quemadura al momento de ser atendidos. Los tipos de quemadura que
se pueden encontrar y la forma de manejarlos cuando se tiene el primer contacto
son como sigue:
·
Quemadura
térmica: ocurre cuando existe una exposición directa a una fuente de calor.
Puede ser por flama, escaldadura (líquidos calientes) u objetos calientes. En estos
casos es necesario detener el proceso de quemadura. En caso de flama es
importante rodar al paciente o cubrirlo con una manta para sofocar el fuego. En
todos los casos debe retirarse la ropa y la joyería lo antes posible.
·
Eléctrica: de alto voltaje, de bajo
voltaje, de corriente continua, de corriente alterna. Es imperativo eliminar la
fuente eléctrica hacia la víctima, sin embargo es necesario que esto se realice
con todas las medidas de seguridad y en caso necesario por personal
especializado. En estos pacientes es importante tomar en cuenta que pueden
presentarse alteraciones cardiacas, por lo cual está indicado colocar un
monitor electrocardiográfico. El manejo también difiere en que la cantidad de
líquido intravenoso necesario es mayor al aparente.
·
Químicos:
álcalis, ácidos y compuestos orgánicos. Es importante que se retire el químico
lo antes posible desvistiendo al paciente y cepillando los químicos en polvo,
en todos los casos es imperativos lavar con abundante cantidad de agua durante
un período significativo. Está contraindicado neutralizar los químicos.
Evaluación Primaria:
La evaluación primaria o inicial se
lleva a cabo en todo paciente para establecer prioridades de atención; es
esencial para poder tomar, en forma ordenada y sistemática, las decisiones
adecuadas de manejo. Factores como la apariencia grotesca de la quemadura, el
dolor intenso del paciente, el olor característico de piel y tejidos quemados,
hacen que el personal prehospitalario pueda distraerse fácilmente de los problemas
más apremiantes, es por ello que es importante apegarse a la secuencia que a
continuación se presenta:
·
La
impresión general del paciente: se obtiene solo en segundos, en ella se
determinan en forma global las condiciones de los sistemas respiratorio,
circulatorio y neurológico, pero sobre todo es el tiempo en el cual se deben
detectar aquellas condiciones evidentes que ponen en riesgo la vida del
paciente así como las lesiones externas más manifiestas.
·
Estado de
la alerta: verificar en forma breve si el paciente está consciente o
inconsciente. Al aproximarse a un paciente es fácil ver si éste responde a
respuestas, deambula, realiza movimientos voluntarios, habla, ó por lo
contrario se encuentra inmóvil o en posiciones típicas por ejemplo de decorticación
o descerebración.
·
Vía
aérea: es una de las mayores preocupaciones en la evaluación inicial,
especialmente en pacientes que pueden desarrollar lesión por inhalación. Al
generar la impresión general y determinar el estado de la alerta,
simultáneamente se está evaluando la vía aérea.
El personal prehospitalario debe
verificar si hay respiración, esto es, movimiento de aire por la vía aérea,
mediante el método de ver, oír y sentir. En caso de obstrucción u otro tipo de
compromiso, el TUM debe realizar las maniobras necesarias para resolver el
problema. Las acciones pueden incluir apertura de la vía aérea mediante
posicionamiento (levantamiento mandibular o subluxación mandibular manteniendo
la columna en posición neutral en caso de posible daño cervical), aspiración,
colocación de cánula nasofaríngea, cánula orofaríngea, tubo endotraqueal o
ventilación trasntraqueal.
Es importante recordar que en
todo paciente con trauma existe la posibilidad de lesión cervical hasta no
demostrar lo contrario, razón por la cual se deben tomar las precauciones
necesarias, esto es, inmovilización manual y colocación de collarín cervical.
El manejo de la vía aérea de los
pacientes quemados tiene particularidades muy especiales. A pesar de que no
todos los pacientes quemados presentan emergencias a nivel de vía aérea que
requieren de intubación, si es necesario tomar en cuenta que en forma inicial
un paciente puede presentar una vía aérea permeable que al pasar del tiempo
puede edematizarse y obstruirse. Es por ello que ocasionalmente puede ser
necesario tomar, en forma temprana, la decisión de intubar o no a un paciente
ya que posteriormente puede ser muy difícil o inclusive imposible realizar esta
maniobra.
Deben buscarse datos indicativos
de que la vía aérea está comprometida:
·
Presencia de agitación (dato temprano de
hipoxia)
·
Estridor (dato ominoso que sugiere disminución
significativa de la luz de la vía aérea)
·
Quemaduras alrededor de boca y narinas
·
Edema en labios
·
Vibrinas quemadas
·
Presencia de disfonía
·
Dificultad para deglutir
·
Tos excesiva
·
Datos de insuficiencia respiratoria como taquipnea
o retracción intercostal
·
Sibilancias
·
Quemaduras circunferenciales de cuello.
Ventilación: la oxigenación adecuada del cuerpo solo puede lograrse
a través de una eficiente ventilación, así como la consecuente respiración
tisular a través del proceso fisiológico en el cual se lleva a cabo el
intercambio de gases a nivel de la membrana alveolo – capilar. La hipoxia y
acidosis tisular tienen efectos deletéreos sobre el metabolismo humano por lo
cual el personal prehospitalario debe administrar lo antes posible oxígeno a
altos flujos, así como verificar y posiblemente corregir la adecuada
ventilación. Una adecuada ventilación se logra con una frecuencia ventilatoria
de entre 12 y 20 por minuto y una adecuada expansión torácica.
Para que el personal
prehospitalario pueda conocer el estado ventilatorio debe evaluar la
frecuencia, profundidad y simetría de la ventilación, así como buscar la
presencia de estertores y sibilancias. Para ello es necesario observar la
expansión torácica y auscultar los ruidos ventilatorios.
Circulación: otro factor que puede participar en el desarrollo de
hipoxia y acidosis tisular es un inadecuado estado circulatorio. En general los
problemas circulatorios provienen de tres fuentes:
·
Cuando ya existen problemas de bomba o cardiacos
·
Cuando existen problemas de hipovolemia por
sangrado u otra causa de pérdida
de líquido
·
Cuando existe una expansión del lecho vascular
como en los casos de anafilaxis, sepsis o lesión medular
Los pacientes quemados presentan
problemas circulatorios no solo por el volumen perdido durante el proceso de la
quemadura, si no por el importante secuestro de líquidos al formarse edema y
las posibles hemorragias asociadas. No obstante, cuando un paciente presenta
datos de hipovolemia temprana es necesario descartar primero trauma con
hemorragia u otra patología asociada.
En los pacientes quemados
conforme pasa el tiempo se genera una pérdida de líquido muy importante a
través de la superficie corporal quemada, por ello entre mayor la superficie
corporal quemada, hay mayor pérdida de líquido y mayor compromiso hemodinámico.
La evaluación del estado
circulatorio se realiza a través de la palpación de los pulsos (presencia,
calidad, ritmo, frecuencia) y las características de la piel (humedad,
temperatura, color, llenado capilar) en sitios no quemados. En caso de que el
paciente presente una hemorragia evidente ésta debe ser controlada mediante
presión directa y elevación cuando se trata de una extremidad.
Discapacidad neurológica: a
través de la determinación del estado de la alerta y nivel de atención es
posible verificar la función del sistema nervioso central. En general las
quemaduras por sí mismas no generan alteración del estado de la alerta u otras
manifestaciones neurológicas.
Cuando se encuentra una
alteración del estado de alerta en fase temprana en pacientes quemados, es
importante sospechar de hipoxia secundaria a problemas en la vía aérea,
ventilación o circulación, así como exposición a humo y monóxido de carbono. No
obstante es necesario descartar problemas propios del sistema nervioso central,
alteraciones metabólicas como diabetes o la presencia de alcohol y/o drogas
entre otros.
En la evaluación primaria solo es
necesario hacer un reconocimiento básico del estado de la alerta a través del
acrónimo AVDI:
1. Alerta
2. Verbal,
responde al estímulo
3. Doloroso,
responde al estímulo
4. Inconsciente
Exposición al medio ambiente: es indispensable retirar TODA la
ropa, además de la joyería, en forma temprana ya que, además de que detiene el
proceso de la quemadura, solo es posible detectar lesiones y otras alteraciones
del cuerpo cuando éste se encuentra descubierto. Una vez que se revisó el cuerpo
en forma rápida por el frente y el reverso es importante volver a cubrir al
paciente con una sábana seca y limpia para conservar su temperatura.
Los pacientes quemados con
facilidad y rapidez pueden desarrollar hipotermia ya que cuando falta la piel,
también se pierden las propiedades termorreguladoras de la misma. Además es
frecuente encontrar a los pacientes con ropa mojada o que han sido cubiertos
con mantas mojadas y por ello predispuestos a la hipotermia.
Fluidos: debido a la gran
formación de edema y pérdida de líquidos que se asocia a una quemadura, es
importante reponerlos lo antes posible. La reposición temprana de líquidos
intravenosos en el ámbito prehospitalario mejora el pronóstico de los pacientes
y evita complicaciones como es el estado de choque e insuficiencia renal.
En general a todos los pacientes
se les debe colocar un acceso venoso, en especial aquellos que tienen una
superficie corporal quemada (SCQ) > 20%, (en pacientes pediátricos mayor del
10%) lesiones traumáticas y/o problemas médicos o cardiacos asociados. Se
recomiendan uno, y si son posibles dos accesos intravenosos, con catéteres
cortos y de calibre grueso, de preferencia en sitios no quemados, sin embargo
si es necesario se puede canalizar en la piel quemada. Las medidas de asepsia y
antisepsia empleadas son las mismas que en todo tipo de pacientes. Es
preferible colocar los accesos venosos en extremidades superiores.
En pacientes con quemaduras
eléctricas la superficie corporal aparentemente quemada puede ser mínima, no obstante
es importante reconocer que la reposición de líquidos necesaria es
significativamente mayor ya que los tejidos quemados no pueden observarse al
estar bajo piel intacta.
Evaluación secundaria:
Una vez resueltos los problemas
que ponen en riesgo la vida, si el tiempo de traslado es suficiente y si la
condición del paciente lo permite, el personal prehospitalario puede proceder a
una evaluación secundaria. En esta fase se lleva a cabo una revisión minuciosa
de cabeza a pies además de que se realiza un interrogatorio o historia clínica
detallada.
En este momento está indicado
tomar los signos vitales que incluyen frecuencia cardiaca, frecuencia
ventilatoria y tensión arterial. De ser posible se debe colocar un oxímetro de
pulso y un monitor cardiaco, sobre todo si se trata de pacientes con quemadura
eléctrica. En caso necesario o en pacientes con antecedentes diabéticos es
aconsejable obtener la glicemia sanguínea.
Vía aérea, oxigenación y ventilación:
En
todo paciente quemado es necesario administrar altas concentraciones de oxígeno
lo antes posible y de preferencia humidificado. En caso necesario se debe
proporcionar apoyo ventilatorio. En caso de que se sospeche lesión por
inhalación es importante vigilar la aparición de signos de obstrucción inminente
de vía aérea. Un edema laríngeo que pone en riesgo la vida puede estar en
progreso y hacer difícil, si no es que imposible, una intubación endotraqueal.
En estos casos la decisión de realizar una intubación no debe ser demorada.
Circulación:
La necesidad de la restitución de
líquidos está dada por la severidad de la lesión, la condición del paciente y
el tiempo estimado de traslado.
El volumen se determina de
acuerdo a la fórmula de Parkland (% SCQ x peso x 2 – 4 ml) durante la
evaluación secundaria. Este volumen se administra en 24 horas, la mitad
repartido en las primeras 8 horas, tomando como inicio el momento en el que se
produjo la lesión, y el resto en las restantes 16 horas. Esta regla es una guía
no absoluta ya que la eficiencia de la reanimación con líquidos debe evaluarse
y de ser necesario ajustarse. La valoración se realiza preferentemente por la
uresis (volumen de orina por minuto u hora), sin embargo debido a que para ello
se requiere de una sonda vesical, éste parámetro no resulta práctico en la
atención prehospitalaria. Pueden evaluarse los parámetros hemodinámicas a pesar
de que, en los pacientes quemados, éstos pueden no reflejar en forma fidedigna
la condición actual del paciente.
Debido a que el cálculo exacto
tanto de la SCQ, del peso corporal, como de los líquidos requeridos puede ser
difícil en el ámbito prehospitalario, se propone el siguiente esquema
intravenoso:
·
Bebés: bolo de 20 ml/kg
·
Menores de 5 años de edad: 150 ml/hora
·
Niños de 5 a 15 años de edad: 250 ml/hora
·
> 15 años de edad: 500 ml/hora
Existen protocolos que
recomiendan que en el ámbito prehospitalario se administren los líquidos
intravenosos “a libre demanda” en todo paciente severamente quemado debido a
que resulta difícil sobrecargar al paciente, sobre todo si los tiempos de
traslado no son excesivos. Cuando se prevén tiempos de traslado prolongados es
necesario aplicar la regla del Parkland y de preferencia colocar una sonda
vesical para evaluar el gasto urinario, adaptar la administración intravenosa y
evitar así una excesiva o insuficiente administración de líquidos intravenosos.
Debido a que el cálculo de los
líquidos intravenosos se hace para un lapso de 24 horas, es importante que se
registre en forma exacta la cantidad de líquido administrado en el ámbito
prehospitalario.
Casos especiales:
Quemaduras a cara y extremidades:
Las quemaduras en la cara se asocian
a compromiso de la vía aérea, es por ello que, de no haber contraindicaciones
para ello, se recomienda la elevación de la porción cefálica del carro camilla
por lo menos 30° con el fin de minimizar la formación de edema. Es necesario
vigilar, si los pabellones auriculares están quemados, que éstos no reciban
ningún tipo de presión para evitar mayor daño tisular.
Lesión por inhalación:
Pacientes quienes estuvieron
expuestos a aire caliente o humo, generalmente en espacios cerrados o
confinados (casas, coches), pero también en espacios abiertos, inhalan
productos tóxicos de la combustión y pueden presentar lesión por inhalación.
Las consecuencias pueden ser intoxicación por monóxido de carbono, lesión
supraglótica (por arriba de la glotis) e infraglótica (por debajo de la
glotis).
Quemaduras químicas:
Estas quemaduras ocurren tanto en
el hogar como en sitios de trabajo. Existen un sinnúmero de químicos que se
clasifican en álcalis, ácidos y compuestos orgánicos. Es importante determinar
el tipo de químico, su concentración, el volumen y tiempo que estuvo en
contacto el paciente y los primeros auxilios proporcionados. Nunca deben ser
utilizados otros agentes químicos para tratar de “neutralizar” el proceso ya
que la reacción genera calor y mayor daño.
Ya se mencionó previamente que el
manejo principal consiste en el lavado cuidadoso de la zona afectada,
especialmente si se trata de quemaduras en ojos por químicos se debe lavar con
abundantes cantidades de agua.
Quemaduras eléctricas:
La compresión de los sucesos que
ocurren durante una exposición a la electricidad es esencial para poder tratar
de manera a las víctimas de este tipo de quemadura.
La quemadura eléctrica puede ser
ocasionada por corriente directa, alterna, así como de alta y de baja tensión.
A diferencias de otros agentes causales de quemadura, la electricidad puede
generar daños en estructuras profundas sin dejar evidencia en la superficie,
razón por la cual es importante sospecharlas. Las alteraciones que, a pesar de
poder ser impredecibles, pueden ser anticipadas son:
·
Quemaduras a lo largo del trayecto que recorrió
la corriente eléctrica (desde el sitio de entrada hasta el de salida, cuando
existen)
·
Hipertensión y taquicardia asociadas a la
liberación de catecolaminas
·
Disritmias cardiacas cuando la corriente pasó
por el miocardio
·
Daño de sistema nervioso central con
convulsiones, coma u otro tipo de alteraciones
·
En extremidades lesiones similares a las que se
observan en aplastamientos, con desarrollo de síndrome compartimental
·
Insuficiencia renal aguda que puede ser el
resultado de mioglobinuria, coagulación intravascular diseminada y choque
hipovolémico
·
Otras estructuras internas pueden verse dañadas
por lo que estos pacientes requieren ser evaluados minuciosamente.
En el manejo de pacientes
quemados por corriente eléctrica se debe considerar que con frecuencia existen
lesiones traumáticas asociadas por lo que puede ser necesaria la inmovilización
cervical. Como en todos los pacientes quemados, es importante la administración
temprana de oxígeno a altas concentraciones. En caso de apnea se requiere de
ventilación asistida e intubación inmediata.
La reposición de líquidos es
esencial para evitar la hipovolemia y la insuficiencia renal subsiguiente. La
cantidad de líquido administrada se debe determinar, no por la SCQ, si no por
la condición clínica del paciente.
A todos los pacientes con
exposición a electricidad se les debe colocar un monitor electro cardiográfico
para detectar lo antes posible disritmias y tratarlas de acuerdo a los
protocolos establecidos.
CLASIFICACIÓN
Las quemaduras deben clasificarse
por su:
1.
Etiología:
Agente causal (Escaldadura, Fuego, Electricidad, Químicas, etc.)
2.
Severidad:
Profundidad (Primer grado, Segundo grado y/o Tercer grado), así como por su espesor
(Parcial y Total).
3.
Ubicación:
Áreas de las lesiones y zonas especiales
4.
Gravedad:
Extensión (Leves, Moderadas y/o Severas)
ETIOLOGÍA
Escaldadura: (70% frecuencia promedio) Son ocasionadas por
inmersión o volcadura de líquidos calientes. Corresponden a la causa con mayor
frecuencia de quemaduras en la edad pediátrica, en la mayoría de las veces
durante el periodo en que se bañan a los niños, por el descuido de los adultos
al dejar el agua caliente en el suelo, o durante la preparación y consumo de
alimentos.
Fuego: (23% frecuencia promedio) Ocurren por contacto con llama
directa por incendio, explosión y/o combustión. Ocurren cuando los niños se
queman por jugar con cerillos, sustancias flamables, cohetes y fuegos
artificiales, así como en incendio de inmuebles. El fuego es causante de la
mayoría de las defunciones ó lesiones de mayor gravedad.
Electricidad: (5% frecuencia promedio) Presentan características
especiales que les confiere gran severidad, suceden cuando los niños introducen
objetos a los contactos de luz o muerden los cables de aparatos
electrodomésticos, por contacto con líneas de alta tensión con varillas ó juego
con papalotes, por arco voltaico en zonas de torres eléctricas, en los adultos
como accidentes de trabajo. Este tipo de quemaduras son causales en la mayoría
de amputaciones y secuelas funcionales graves.
Químicas: (2% frecuencia promedio) Son las menos frecuentes y se
presentan cuando los niños por descuido de los padres están en contacto con
sustancias almacenadas en forma inadecuada, y en los adultos en los lugares de
trabajo.
Otras causas: Exposición prolongada al sol, frío o en pacientes
sometidos a tratamientos de radioterapia o contacto con superficies calientes.
POR LA PROFUNDIDAD DE LAS LESIONES
Primer grado: Son producidas en la mayoría de las veces por
exposición al sol. Clínicamente se manifiestan como zonas con eritema ó
coloración oscura de la piel, edema moderado, dolor intenso. Histológicamente
lesionan únicamente el epitelio y curan espontáneamente a menos que abarquen
grandes extensiones, donde entonces se requiere administrar líquidos para evitar
deshidratación por perdidas.
Segundo grado superficiales de espesor parcial: La mayoría de las
veces son provocadas por líquidos calientes ó flamazos, clínicamente se
manifiestan por eritema importante, edema, dolor y ampollas, a los pocos días
se tornan pálidas, histológicamente lesionan epidermis y dermis superficial, curan
de 10 a 12 días con tratamiento adecuado.
Segundo grado superficiales de espesor total: La mayoría de las
veces son provocadas
por líquidos calientes con mayor densidad ó fuego ,
clínicamente se manifiestan por palidez y dolor, histológicamente lesionan
epidermis y dermis en su totalidad, algunas curan entre l2-21 días y después de
6 semanas lo pueden hacer con retracción por lo cual se recomienda el
tratamiento quirúrgico.
Tercer grado de espesor total: La mayoría de las veces son
provocadas por fuego ó electricidad, incluso algunos químicos, clínicamente se
manifiestan por palidez, zonas grises, blancas e incluso totalmente negras,
pueden mostrar apariencia acartonada, no hay dolor en el sitio de la lesión
pero sí en la periferia, histológicamente lesionan epidermis y dermis en su
totalidad, tejido celular subcutáneo y algunos músculos, no curan
espontáneamente y el tratamiento es quirúrgico.
“¿Cuarto grado?”: Clasificación de uso debatible, refiere a
quemaduras con las mismas características que las de Tercer grado, para los
casos que presenten lesiones en nervios, tendones y huesos. La mayoría de las
veces son provocadas por fuego ó electricidad.
CLASIFICACIÓN DE ACUERDO A LOS SITIOS QUE LESIONA
Se habla de quemaduras
especiales, las que lesionan la cara, extremidades en pliegues de flexión,
pies, manos, cuello, genitales.
DIAGNOSTICO DE ACUERDO A LA
EXTENSIÓN
Para conocer su extensión, se han
utilizado esquemas que asignan diferentes valores a los segmentos afectados, en
los casos de adultos con quemaduras se emplea la Regla de los Nueves de Wallace, sin embargo es inexacta para los
niños debido al mayor tamaño de la cabeza y menor de las extremidades
inferiores. El esquema más aceptado es el de Lund y Browder, que consiste en asignar dependiendo a la edad del
paciente diferentes valores numéricos a los sitios afectados y sumados
proporciona el porcentaje de la quemadura como se aprecia en el.
CLASIFICACIÓN DE ACUERDO A LA SEVERIDAD
Se determina por la profundidad,
extensión, localización, agente etiológico, edad, lesiones ó enfermedades
asociadas inhalación de humo, pudiendo ser menores, moderadas y severas.
CRITERIOS DE HOSPITALIZACIÓN
A mayor extensión de quemadura
mayor morbimortalidad de la misma, pero no solo la extensión debe considerarse
como un signo de gravedad. La American
Burn Association propone los siguientes parámetros como criterios de
hospitalización.
VALORACION PRIMARIA
|
||||
A
|
B
|
C
|
D
|
E
|
Vías Aéreas Permeables
|
Respiraciones adecuadas
|
Circulación adecuada
|
Déficit neurológico
|
Exposición general del
paciente
|
Cuidar espina cervical
|
Ventilación adecuada
|
Control de la hemorragia
|
|
|
Elevar mentón
Abrir quijada
Si el paciente esta
inconsciente realizar intubación
endotraqueal ó faríngea.
|
Ausculte tórax y campos pulmonares
Cuantifique la frecuencia respiratoria
Aplique oxígeno al 100% con mascarilla
Si existen lesiones circulares en el tórax valores escarotomías.
|
Valore los pulsos del paciente ya sea de manera manual o con
sistema dopler
Cuantifique la tensión arterial
Observe el color de la piel sana
Valore los sitios en donde existen lesiones de tercer grado o
circulares
Alármese:
Si disminuye la sensibilidad
Si hay dolor severo progresivo
Si disminuyen los pulsos distales
Si el llenado capilar se observa lento
|
Esta atento
Esta orientado
Responde a la voz
Responde al dolor
No responde
|
Quite toda la ropa y joyería
Mantenga la temperatura adecuada del paciente, cubriéndolo con
sabanas secas
Las soluciones parenterales deberán administrarse tibias
|
II VALORACIÓN SECUNDARIA
Este se realiza cuando
estabilizamos al paciente, ofrecimos medidas de reanimación iniciales y
concluimos la primera fase del examen primario. Este apartado se dedica al
interrogatorio completo del paciente sobre el evento y los antecedentes
personales, la exploración física por aparatos y sistemas, la determinación de
la severidad de la quemadura por profundidad ó extensión, y los principios de
tratamiento para las mismas, como se apreciara en el cuadro siguiente:
VALORACIÓN SECUNDARIA.
|
|||
CIRCUNSTANCIAS
DE LA LESIÓN
|
|||
FUEGO
|
ESCALDADURA
|
QUÍMICOS
|
ELECTRICIDAD
|
·
Como sucedió el evento
·
Sucedió un incendio y cuanto tiempo tardo en apagarlo
·
Sucedió en un sitio abierto ó cerrado
·
Las ropas se incendiaron y cuanto tiempo tardaron en
quitarlas
·
Existió exposición al humo y cuanto tiempo duro el mismo
·
Estuvo inconsciente
·
Existe otra lesión
|
·
Como sucedió el evento
·
Que tipo de líquido
·
Que tan caliente estaba
·
Tenia ropa cuando se quemo y cuanto tiempo tardo en
quitarla y secarse
·
Aplicaron alguna sustancia ó pomada sobre las quemaduras
|
·
Como sucedió el evento
·
Que sustancia provoco la quemadura
·
Cuanto tiempo duro el contacto
·
Que le hicieron
·
Hubo explosión ó exposición a gases
|
·
Como sucedió el evento
·
Que tipo de electricidad
·
Cuanto duro el contacto
·
Se cayo el paciente
·
Perdió el conocimiento
·
Tiene alguna lesión asociada
|
TRATAMIENTO
Debe dirigirse a detener el
proceso de la quemadura, mantener hidratación adecuada con líquidos, vigilancia
de los signos vitales, inserción de sonda nasogástrica, catéter urinario,
evaluación de la perfusión de las extremidades, evaluación de ventilación
continuada, manejo del dolor y evaluación psicosocial.
PREANIMACIÓN CON LÍQUIDOS
Existen múltiples esquemas de
hidratación y ninguno deberá ser utilizado como ley, es importante recordar que
son pautas a seguir y el tratamiento ideal será aquel que con mínimos
requerimientos mantenga la perfusión a órganos vitales. Si existe déficit hay
hipovolemia que puede dañar pulmón, riñones, intestino, si existe sobrecarga se
favorece edema pulmonar y cerebral, además se puede aumentar el liquido en el
tejido que provoca edema isquemia, hipoxia, y conversión de la lesión (
profundización de la lesión).
CALCULO DE LIQUIDOS PREHOSPITALARIOS
MAYORES 15 AÑOS........................500ML/HORA
5-15 ANOS......................................250ML/HORA
MENORES 5 AÑOS
..............................150ML
El inicio rápido con líquidos,
asegura función renal adecuada, el mejor indicador será la urésis 1 ml/kg/hora
en niños y para adultos 0.5cc.
Consideraciones especiales para
incrementar el aporte de líquidos:
·
Quemaduras eléctricas
·
Quemaduras por inhalación
·
En donde existe trauma asociado
·
Se han retrasado los líquidos
QUEMADURAS QUÍMICAS:
Estas
lesiones pueden ser causadas por los siguientes químicos:
Álcalis,
Ácidos, Compuestos Orgánicos y Derivados de Petróleos.
ÁLCALIS
·
Hidróxidos
·
Carbonatos
·
Sosa cáustica a base sodio, potasio, amonio,
litio, bario o calcio.
·
Limpiadores de hornos y drenajes o fertilizantes
y limpiadores industriales
·
Cemento ò concreto húmedo (pH 12)
ÁCIDOS
·
Artículos comunes en el hogar
·
Ácido clorhídrico en muchos limpiadores de baños
·
Ácido oxálico e hidrofluosilicico en removedores
de oxido
·
Clorhídrico concentrado y ácido muriático para
las albercas
·
Ácido sulfúrico concentrado para destapar
drenajes
COMPUESTOS ORGÁNICOS
·
Fenoles: desinfectantes químicos
·
Petróleo: creosota, gasolina
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA SEVERIDAD DE LA LESIÓN
·
Agente
·
Concentración
·
Volumen
·
Duración del contacto
·
Área corporal expuesta
·
Mecanismo de acción del agente
·
Retardo en la irrigación
TRATAMIENTO
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Antes de ponerse en contacto con el paciente
colocarse guantes, bata y protección ocular
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Cuidado con la ropa y pertenencias del paciente
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El no llevar estas precauciones puede lesionar
al rescatista
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Retire la ropa impregnada
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Cepille los agentes en polvo
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Irrigue el área continuamente con abundante agua
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Neutralizantes químicos están contraindicados
debido a que generan
calor
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No aplique aceites ni medicamentos tópicos
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Continúe al irrigación, pero asegúrese de
mantener la temperatura corporal adecuada
·
Gasolina
o diésel
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Absorción de químicos puede causar toxicidad
sistémica en 6 a 24 horas, es muy frecuente en accidentes automovilísticos
·
Explore espalda, glúteos, extremidades
inferiores
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Ropa impregnada con gasolina es fácilmente
flamable
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Es posible intoxicación por plomo
QUEMADURAS POR ELECTRICIDAD:
Se le conoce como “El Gran
Simulador”, debido a que las lesiones pueden aparentar ser pequeñas pero pueden
tener lesiones internas muy severas.
CAUSAS:
Por el voltaje:
Alto Voltaje – 1,000 voltios o más
Bajo Voltaje
Por
el tipo de corriente.
Corriente
Alterna
La electricidad fluye de ida y de vuelta desde
la fuente de poder al punto de
contacto del paciente
Corriente
Directa
Viaja en una sola dirección, Son visibles los
sitios de entrada y salida
Mecanismos
de producción de las lesiones
Corriente
Arco Ionización de partículas de aire entre 2
conductores
Centelleo que se origina en una fuente de
poder, ocasiona la ignición de ropa o los alrededores
Ignición de ropa
Rayos no se asocian a quemaduras profundas,
pero puede existir daño cardíaco y neurológico
La
severidad de la lesión depende de
·
El tipo de corriente
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La ruta del flujo eléctrico
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La resistencia tisular local
·
La duración del contacto
PATOGÉNIA
La piel es el órgano con mayor
resistencia. Una vez vencida la resistencia, la corriente fluye a través del
tejido de las partes corporales involucradas cuando llega al hueso este tiene
la mayor resistencia, la corriente viaja a lo largo de la superficie ósea, el
calor generado daña el músculo adyacente y puede existir lesión profunda, aún
cuando la superficie muscular tenga apariencia normal.
DATOS CLÍNICOS
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Pérdida de del estado de la alerta
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Extremidad con parálisis o momificada
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Pérdida del pulso periférico
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Mioglobinuria, CK sérico mayor de 1,000 IU
·
Paro cardíaco yo respiratorio en la escena
Los síntomas de síndrome compartimental
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Dolor severo con flexión o extensión de los músculos
dentro del compartimiento
·
Adormecimiento u hormigueo en manos o pies
·
Disminución o ausencia de pulsos
TRATAMIENTO
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En lesiones muy severas de preferencia coloque 2
líneas intravenosas de gran calibre
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Inicie la terapia de líquidos con RL
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Eleve uresis de 75 – 100 cc/hr coloque de sonda
vesical
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ECG para detectar arritmias
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Examen de pies a cabeza, Retire la ropa y
joyería
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Identifique los sitios de contacto
·
Calcule la extensión de superficie corporal
quemada
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Realice un examen neurológico detallado
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Evalúe las lesiones ortopédicas, las lesiones
internas ocultas, evidencia de síndrome compartimental
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Quemaduras cutáneas circunferenciales o sitios
de contacto eléctrico Evalúe cada hora el color de la piel, el llenado capilar
y los pulsos periféricos
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Intervención quirúrgica en caso de compromiso
vascular escarotomía y/ó fasciotomía
CONCLUSIONES.
Como se aprecio durante el
desarrollo del tema la importancia del mecanismo de lesión y de una adecuada
evaluación ayuda a un adecuado manejo del paciente por quemaduras, dependiendo
de la etiología de esta cambia el mismo pero todas esta enfocada a un soporte
adecuado del paciente.
Es importante no sobrecargar al
paciente por que seria perjudicial para la evolución adecuada del paciente, es
por ello la importancia del manejo de los líquidos y en el ambiente
prehospitalario como ya se vio el manejo máximo durante el traslado es de 500
cc para evitar problemas en el paciente.
BIBLIOGRAFIA.
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NAEMT. (2016).
PHTLS SOPORTE VITAL BÁSICO Y AVANZADO EN EL TRAUMA PREHOSPITALARIO. Estados
Unidos de America: Intersistemas.
·
American Burn
Association. (2016). Advance Burn Life Support Course. Provider Manual(137).
Chicago; EE. UU.